La pérdida de un empleo puede generar más angustia y depresión que una separación amorosa, pues los empleados despedidos nunca recuperan el mismo nivel de bienestar (salud mental, autoestima y satisfacción con la vida), según datos proporcionados a Bloomberg esta semana a partir del análisis de más de cuatro mil trabajos de investigación.
El análisis, realizado por la University of East Anglia y el What Works Center for Wellbeing, una organización independiente creada por el gobierno británico, reveló que las personas desempleadas se sienten cada vez más infelices durante unos años.
Su esperanza es encontrar un nuevo empleo permanente –preferentemente prestigioso y con alto salario- que pueda calmar parte de la conmoción.
De acuerdo con Tricia Curmi del What Works Center for Wellbeing, cuando una persona pierde a una pareja el bienestar bajará mucho, pero después regresa a los niveles anteriores, pero en el caso del desempleo esto no ocurre.
El bienestar de los hombres británicos vuelve a los niveles normales dos años después de perder una pareja y cuatro años después de la ruptura de una relación.
Sin embargo, en el caso de la pérdida de empleo, el bienestar se mantiene a la baja por más de cuatro años y los hombres lo sufren más que las mujeres.
No hay suficientes pruebas para determinar por qué los despidos nos afectan tanto, pero los investigadores lo relacionan con la importancia que damos a tener un buen empleo. “En esta sociedad hay que trabajar, contribuir, para tener sentido”, dijo Curmi.
Casi la mitad de los trabajadores británicos está satisfecho con su empleo, mientras que sólo uno de cada cuatro está en la situación contraria, según un informe que difundió en marzo por el Chartered Institute of Personnel and Development, una asociación de recursos humanos.