La Asociación Mexicana de Empresarios Gasolineros (Amegas) alertó que la población y algunas estaciones de servicio empiezan a consumir de forma irregular el combustible, debido a problemas como el desabasto y la especulación sobre los aumentos de precio el año entrante.
De acuerdo con Pablo González Córdova, presidente del organismo, en algunos estados de la República, los mexicanos asisten a las gasolineras para llenar bidones o botellones, cuestión que contraviene las medidas de seguridad de las estaciones de servicio, pues este tipo de establecimientos sólo pueden abastecer a los automóviles para evitar riesgos de incendio.
“Al momento del llenado con colas de gente que va con sus bidones o botellones para que sean cargados con gasolinas, existe el riesgo de incendio en nuestras Estaciones de Servicio, por el mal manejo de esos contenedores, poniendo en riesgo la vida de nuestros despachadores y de nuestros clientes que arriban con su automóvil a cargar gasolinas”, alertó el representante empresarial.
Otro factor que amenaza la competitividad y la seguridad del mercado gasolinero particularmente en el Occidente del país es que algunas estaciones de servicio tienen sus tanques de almacenamiento llenos, pero de todos modos piden más suministro.
“Tener gasolinas y diesel y no venderlo implica un delito que puede culminar con multas y cierre de la gasolinera, además del riesgo del público consumidor, que en casos anteriores a este momento, toman a la fuerza las bombas de gasolina, para autodespacharse, poniendo en riesgo a nuestros trabajadores y nuestras Estaciones de Servicio”, dijo Pablo González.
El problema también es parte de una falta de organización en la apertura del mercado gasolinero, especialmente de la fluctuación de los precios del combustible, así como las expectativas que apuntan a un incremento en el valor de estos productos para los consumidores, detalló.
COPARMEX sugiere revisar estructura del precio
Por su parte, la Confederación Patronal de la República Mexicana (COPARMEX) reconoció el esfuerzo del gobierno federal para flexibilizar el mercado de los combustibles; sin embargo, consideró que es necesario replantear la estructura del valor al público de la gasolina.
"Si bien es cierto estará sujeto a las condiciones de oferta y demanda del mercado, es previsible esperar que ante un aumento considerable en el precio del petróleo, se refleje en un aumento proporcional del precio de los combustibles. Como sabemos son insumos básicos para la industria nacional, por lo que podría detonar en un incremento en los costos industriales y comerciales, que a su vez puedan impactar en los niveles inflacionarios del país”, señaló el sindicato patronal, dirigido por Gustavo de Hoyos Walter.
Para alcanzar un precio adecuado que tenga un menor impacto en los precios al consumidor, COPARMEX pidió revisar el esquema fiscal, pues actualmente la carga impositiva representa cerca de 40% del costo total.
Asimismo, consideró que es urgente mejorar la productividad del Sistema Nacional de Refinación, pues apenas tiene una efectividad del 60%, lo que sumado al robo de combustibles representan sobrecostos por 28 mil millones de pesos anuales, que perjudican a Pemex y a los consumidores.