Si el presidente Donald Trump decide imponer una tarifa arancelaria de 35% a las exportaciones de México a Estados Unidos, la industria automotriz entraría en una nueva crisis y se perderían alrededor de 31 mil empleos tan sólo en su país.
De acuerdo con el Instituto Cato, una Organización sin Fines de Lucro con sede en Washington, consideró que este impuesto provocaría que el sistema colapsara en el mediano plazo.
Además, el reporte NAFTA Briefing, elaborado por el Center for Automotive Research (CAR) en Estados Unidos, los 31 mil puestos de trabajo en la industria automotriz se perderían debido a la integración en la cadena productiva de los tres países.
“La meta de Trump es crear puestos de trabajo, pero si se retira del TLCAN o impone aranceles para castigar a las empresas, se podrían perder al menos 31 mil fuentes de trabajo en la industria automotriz y de autopartes en Estados Unidos”, pues entre 80% y 90% de los proveedores y fabricantes dependen de los insumos de América del Norte.
Además, el CAR refirió que los empleos perdidos en Estados Unidos se deben mayormente a la sustitución tecnológica (87%) y no al traslado de las fábricas hacia México.
El sector automotriz es el más grande en las ventas al menudeo en Estados Unidos pues representa 21% del total del sector, y aunque todavía no se determina el impacto del arancel o del traslado de las fábricas, cualquier cambio limitaría la capacidad del consumo de los ciudadanos de las barras y las estrellas, debido a que en México es 20% más barato producir.