La Comisión Federal de Competencia Económica (COFECE) dijo que debido a la falta de una mayor competencia en el sector farmacéutico, las familias mexicanas gastan alrededor de 2 mil 500 millones de pesos más al año en su consumo de medicamentos.
Este monto, dijo, equivale a dos veces el presupuesto del Hospital Juárez de México o a la construcción de cuatro hospitales generales de 180 camas.
En el Estudio en materia de libre concurrencia y competencia sobre los mercados de medicamentos con patentes vencidas, el órgano antiomonopolio señala que tan solo el año pasado el valor del mercado de medicamentos en México se estimó en 200 mil millones de pesos.
Por su importancia, es necesario emprender las reformas legales y los cambios de criterios en políticas públicas, con el fin de mejorar las condiciones de competencia en este mercado.
Entre los problemas detectados por la COFECE destaca que la entrada de los medicamentos genéricos al mercado es tardía y lenta, pues pasan, en promedio, más de dos años entre el vencimiento de una patente y el lanzamiento al mercado del primer genérico, mientras que en Estados Unidos se presenta de manera inmediata para aquellos medicamentos más vendidos, y en la Unión Europea el lapso promedio es de siete meses.
Otra falla competitiva es que la entrada de productos genéricos alternativos no se traduce en mejores precios para el consumidor, pues dos años después de la entrada del primer genérico, el precio promedio de estos es 28% menor al precio del medicamento original, mientras que en la Unión Europea es de 40%.
De acuerdo con el estudio de la COFECE, el vencimiento de patentes no se ha traducido en suficiente presión competitiva en el mercado. Existen al menos 22 medicamentos innovadores, con ventas anuales estimadas en 6 mil 285 millones de pesos con patentes vencidas pero ningún laboratorio ha solicitado el registro sanitario, no enfrentan a genérico alguno en el mercado, se encuentran en algún litigio que impide su comercialización, o bien, la introducción del medicamento genérico no se ha traducido en mejora de precios.
Incluso la regulación de la industria farmacéutica afecta las condiciones de competencia, advierte esta autoridad.
Para superar estas distorsiones, es necesario mayor transparencia para incrementar la certidumbre, como por ejemplo publicar periódicamente la lista de medicamentos innovadores cuya patente vencerá en los próximos tres años; establecer en el Reglamento de Insumos para la Salud la obligación de que el médico prescriba la denominación genérica y fomentar que el dispensador de farmacia pueda informar al público sobre los genéricos disponibles para su venta.
Además, considera, se debe promover los medicamentos genéricos en la canasta de consumo y hacer de los genéricos materia competitiva para las compras públicas, a través de la mejora de los tiempos de compra y pago del sector público.