El presidente de Estados Unidos, Donald Trump presentó este jueves en conferencia de prensa los planes de su gobierno para relajar los requerimientos de distanciamiento social ante la pandemia ocasionada por el COVID-19.
Las nuevas medidas tienen el objetivo de despejar el camino para levantar las restricciones en estados de baja transmisión del nuevo coronavirus, y mantenerlas vigentes en áreas más afectadas.
Trump aseguró que ya ha hablado al respecto con “los gobernadores para reabrir, de forma individual, los estados del país” y explicó que algunos de ellos tendrán la posibilidad de reabrirse más temprano que otros.
Las zonas con un declive en el número de infecciones y gran cantidad de pruebas realizadas iniciarán con una reapertura gradual, en tres fases, de los comercios y las escuelas, y cada fase duraría al menos 14 días con el fin de asegurar que el brote viral no se acelere nuevamente.
En la primera fase, el gobierno estadounidense detalló que se podrá regresar a las zonas de trabajo de forma escalonada, aunque recomienda continuar con el home office en la medida de lo posible, además de que se destaca la necesidad de que las personas vulnerables de salud continuen en su hogar.
En la segunda fase se detalla que las personas pueden salir a lugares públicos, siempre y cuando apliquen una distancia pertinente con otros individuos, mientras que aquellos que estén enfermos deberán permanecer confinados para que no se contangien.
En la última fase, la población debe de minimizar, en la medida de lo posible, asistir a eventos que conjunten una gran cantidad de individuos y las personas vulnerables ya pueden reanudar sus actividades sociales.
Habrá que reconocer que las recomendaciones dejan claro que un regreso a la normalidad será un proceso mucho más largo del que Trump había previsto inicialmente, e incluso las autoridades federales advierten que algunas medidas de distanciamiento social podrían permanecer vigentes hasta el final del año para evitar un nuevo brote.
En principio los lineamientos muestran que algunas partes del país podrían registrar una reanudación del comercio normal y las concentraciones sociales después de un mes de evaluar si la relajación de restricciones deriva en un resurgimiento en el número de casos.
En otras partes de EU, o en caso de un nuevo incremento en el número de infecciones, el proceso sería mucho más prolongado.
El mandatario dijo también que los controles fronterizos se endurecerán para evitar que más personas contagiadas con el virus entren a la nación.
Se informó que Trump informó su plan a los gobernadores este jueves por la tarde y dejó claro que serán ellos los responsables de decidir cuándo será seguro levantar las restricciones en sus estados.
En tanto, de acuerdo con los lineamientos federales, a las personas más vulnerables a la enfermedad respiratoria se les recomendaría permanecer aisladas hasta que su área ingrese a la implementación de la fase final, e incluso entonces se les recomienda tomar precauciones para evitar entrar en contacto cercano con otras personas.
Las directrices federales se dan a conocer después de que siete gobernadores de la región centro-norte del país anunciaron el jueves que se coordinarán para una reapertura de la economía, después de que a principios de semana se anunciaran pactos similares en el oeste y el noreste.
Cabe señalar que los costos económicos en Estados Unidos son evidentes en los nuevos datos federales que demuestran que al menos 22 millones de estadounidenses han perdido su empleo en el último mes. No obstante, los legisladores instaron reiteradamente al mandatario a que no sacrifique la salud pública en un intento por reactivar la economía.