El gerente de Estadísticas Económicas del Centro de Estudios Monetarios Latinoamericanos (CEMLA), Jesús Cervantes, señaló que el riesgo de ser deportados ante el endurecimiento de las medidas antiinmigrantes en Estados Unidos y la evidencia de una depreciación del peso mexicano son elementos que seguirán alimentando un sólido flujo de remesas hacia México.
De esta forma se prevé que en este año haya una captación de 39 mil millones de dólares por remesas que envían los connacionales que viven en Estados Unidos.
Lo anterior implicaría un aumento importante con resepcto al 2018 cuando de acuerdo con datos del Banco de México (BANXICO) ingresaron al país 33 mil 480 millones de dólares, una cifra que marcó un máximo histórico.
Actualmente México es el tercer mayor receptor de remesas del mundo, solamente detrás de China que el año pasado captó 67 mil 414 millones de dólares e India, que se coronó como el mayor destinatario de estos recursos, al captar 79 mil 450 millones de dólares.
Cervantes señaló que al medir los recursos captados por las familias en México, se observó una mejora “muy significativa” en el ingreso anual, resultado de la depreciación cambiaria.
Lo anterior debido a que los hogares mexicanos reciben la remesa en dólares, pero la cambian y gastan en pesos.
El especialista del CEMLA explica que cuando el peso se deprecia 1% o 2%, el número de envíos aumenta. Indicó que la "mejoría del ingreso de México por remesas posiblemente también ha sido incentivada por el incremento en el poder de compra interno" esto originado por el desliz que registró el peso con relación al dólar.
Destaca que el año pasado, tres estados del país rebasaron los 3 mil millones de dólares de remesas, Michoacán con 3 mil 392 millones, Jalisco con 3 mil 287 millones y Guanajuato con 3 mil 45 millones de dólares.