A pesar de que la banca cerró fuerte el año anterior, respaldada por un ambiente relativamente positivo para este año, el crecimiento de la cartera de crédito pasará de 12.9% a un rango de 8% a 6% al cierre de este año, consideró Fitch.
Los principales factores que lastrarán el crecimiento del financiamiento serán una menor expectativa de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) y del consumo, la incertidumbre comercial entre México y Estados Unidos, así como la demora de inversión y normas de suscripción más estrictas en los bancos.
Un factor que presenta un panorama mixto son las tasas de interés, pues la rentabilidad del sistema bancario se benefició del alza de 325 puntos base del Banco de México desde diciembre de 2015, esto se refleja poco a poco en márgenes netos de interés mayores para bancos.
Sin embargo, la volatilidad en ingresos por intermediación de valores, el crecimiento menor de la cartera crediticia y las provisiones mayores para cartera de préstamos podrían ser un riesgo para las utilidades de los bancos si la economía se desacelerara.
Finalmente, Fitch consideró que si la calificación soberana del país baja, los bancos que tengan perspectivas negativas en sus notas tienen una alta probabilidad de perder un escalón en este rubro.
“La perspectiva negativa del sector refleja los riesgos mayores y que el desempeño de los bancos se deteriore durante los próximos 12 a 24 meses en relación con las buenas métricas actuales”, consideró la calificadora.