Ante el riesgo de desabasto de acero que puede presentarse en Estados Unidos y la incapacidad de surtir de inmediato, las siderúrgicas de ese país comenzaron a pedir a los clientes instalados allí que les notifiquen de las necesidades de material que tendrán en los próximos ocho meses, en lugar de un mes que es lo convencional, informó Leopoldo Cedillo Villarreal, director general de Metalsa.
Comentó que el riesgo para el abasto deriva del arancel de 25% que pretende imponer el gobierno estadounidense a las importaciones de acero, pues las acereras de esa nación no cuentan con capacidad suficiente para abastecer a todo el mercado interno.
Metalsa es una empresa multinacional que produce largueros y chasises para las armadoras y en Estados Unidos opera cinco plantas con las cuales abastece a General Motors, Ford y Toyota, entre otros clientes.
El CEO de la empresa mexicana destacó que de prosperar el arancel no sólo los precios de los productos se encarecerán, sino los de toda la cadena de valor automotriz, lo cual tendrá que pagar el consumidor final.
Al igual que Metalsa, hace unos días la productora de autopartes de aluminio Nemak también indicó que de encarecerse en Estados Unidos el aluminio, a raíz del arancel, esta filial del grupo Alfa trasladará esos aumentos a los precios de las cabezas, monoblocks y otros componentes para motor que fabrica para ese mercado.