La Asamblea Legislativa del Distrito Federal propuso que al interior de la Constitución de la Ciudad de México (CDMX) se integre un nuevo cobro conocido como Índices Básicos para el potencial de construcciones, según una iniciativa de la Carta Magna a la que tuvo acceso DON DINERO.
Esto significa que si el terreno en el que se ubica una casa tiene espacio para ampliar la edificación, el gobierno capitalino cobrará un impuesto, aunque no está claro si se aplicará una vez que se decida construir o sólo por la naturaleza del predio.
El dueño de una casa en Iztapalapa o Polanco que hoy tiene construidos dos pisos y que puede acceder a tener otros dos, debe pagar por ese potencial, o bien si existe un terreno sin construcción también se deberá pagar por este potencial, independientemente del cobro del predial.
Además, dentro de la iniciativa no se precisa cómo se establecerá el cobro de los Índices Básicos, lo que incrementa la incertidumbre para las familias capitalinas y para la iniciativa privada.
Los Índices de Bienes Básicos involucran a dos millones de lotes, por lo que son previsibles miles de amparos.
De acuerdo con analistas de la iniciativa privada, este nuevo impuesto limitará el potencial de crecimiento y genera un nuevo cobro para quienes tienen una casa o terreno en la CDMX.
Este gravamen podría sustituir la iniciativa revocada por Miguel Ángel Mancera, conocida como Plusvalía que tenía por objetivo cobrar la diferencia del valor de compra de una casa en el momento de su compra, contra el momento de su venta, situación que dañaría a los dueños de las viviendas.
En la IP el análisis de la Constitución lo sigue el G9 integrado por las delegaciones capitalinas de organismos como la Confederación Patronal de la República Mexicana (COPARMEX CDMX) que preside Jesús Padilla, la Cámara de Comercio (CANACO) de Humberto Lozano, Cámara de Comercio en Pequeño (CANACOPE) de Ada Irma Cruz, o al Cámara de Desarrollo de Vivienda (CANADEVI) de Carlos Guillermo Medina.
En la vigilancia también participan la ANTAD, presidida por Vicente Yáñez, la Cámara Nacional de la Industria Restaurantera y de Alimentos Condimentados (CANIRAC), de Hugo Vela, así como la CANACINTRA de Enrique Guillén y la Asociación de Hoteles de la CDMX comandada por Eloy Rodríguez.