La adquisición de automóviles de combustión interna hasta por un monto de 175 mil pesos, y la de automóviles híbridos, eléctricos y con motor de hidrógeno de hasta 250 mil pesos es lo que más deducen las empresas para reducir su base gravable del Impuesto Sobre la Renta (ISR).
De acuerdo con el estudio Aspectos relevantes del Presupuesto de Gastos Fiscales 2017 elaborado en el Senado por el Instituto Belisario Domínguez, este tipo de deducciones ascenderán a casi 14 mil millones de pesos en el presente año.
Este monto representa casi el 80% del total de las deducciones por ISR empresarial en 2017.
Le siguen en importancia las deducciones por donativos no onerosos ni remunerativos otorgados a donatarias autorizadas, cuyo monto equivale a 13.6% del total de las deducciones, es decir, 2 mil 439 millones de pesos, detalla.
El 8.6% restante se distribuye entre las deducciones de arrendamiento de automóviles, que equivale a 563 millones de pesos; consumo en restaurantes, 521 millones de pesos; adquisición de bicicletas y motocicletas, que equivale a 276 millones de pesos y el adicional al salario que se paga a trabajadores de al menos 65 años y a trabajadores con capacidades diferentes, que representa 188 millones de pesos.
“Los datos señalan que los sectores de actividad que resultan más beneficiados en la distribución de las deducciones son los servicios inmobiliarios y de alquiler de bienes muebles e intangibles, los servicios financieros y de seguros, las industrias manufactureras, el comercio y los servicios de apoyo a los negocios, los cuales concentran casi el 80% de las deducciones generales; esto, a su vez, se explica principalmente por las realizadas por la adquisición de vehículos y en menor medida por los donativos”, según el documento del Senado.
Por otra parte, agrega, si las deducciones generales se calculan en términos del ingreso de cada sector, las actividades más favorecidas son de nuevo los servicios financieros y de alquiler, los servicios financieros y de seguros, así como los servicios de apoyo a los negocios, pero los sectores de otros servicios -excepto gobierno-, como transportes, correos y almacenamiento; construcción; los servicios profesionales, científicos y técnicos, así como la construcción, se colocan también entre los más beneficiados.