Rabobank aceptó pagar 360 millones de dólares en multas por lavado de dinero en operaciones en la frontera entre México y Estados Unidos.
La institución holandesa reconoció que sus procesos de prevención contra este tipo de transacciones ilegales no son eficientes.
No obstante el Departamento de Justicia de EU indicó que dicho banco reconoció que además trató en su momento de ocultarlos ante la autoridad reguladora con ayuda de varios ejecutivos.
De esta forma Rabobank National Association (Rabobank), compareció ante el juez magistrado Jill L. Burkhardt y señaló que sí conspiró entre sus empleados para obstaculizar al regulador bancario.
Aceptó que a través de sus sucursales en condados pequeños en la frontera entre ambas naciones se depositaban cientos de millones de dólares que no se podían rastrear, ni establecer su procedencia.
Los recursos se pudieron transferir vía electrónica, cheques y hasta efectivo y no se notificaban adecuadamente a los reguladores de Estados Unidos.
Rabobank permitió que fondos de procedencia ilícita se procesaran en sucursales pequeñas ubicadas principalmente en Calexico y Tecate en la frontera entre México y EU.