México es uno de los países que menos recauda por impuestos ambientales, cuyo objetivo es modificar el comportamiento de los consumidores o incentivar diferentes tecnologías y productos, señaló Adrián García Gómez, Investigador en Ingresos e Impuestos en el Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP).
Explicó que existen siete categorías donde los países pueden gravar impuestos ambientales, tales como ruido, emisiones de dióxido de carbono (CO2), manejo de tierra, suelo y recursos naturales,
Además, están los impuestos vehiculares, y los que se aplican a productos petroleros y protección a la capa de ozono.
Sin embargo, México participa únicamente tiene aplica impuestos por manejo de tierra, suelo y recursos naturales, productos petroleros e impuestos vehiculares, con una recaudación equivalente 0.1% del PIB; mientras que Australia y Alemania, participan en seis y recaudan 1.9%: Chile en cinco y obtiene el 1.2% y Estados Unidos en cuatro y capta 0.7% del PIB.
Adrián García explicó que al recaudar menos se destinan menos recursos a la calidad ambiental.
Para medir la calidad ambiental, se utiliza el Environmental Performance Index (EPI), elaborado por el Yale Center for Environmental Law and Policy, de la Universidad de Yale.
Este índice clasifica, en una escala de 0 a 100, cuán bien los países se desempeñan en cuestiones ambientales de alta prioridad, donde el 100 es aquél con mejor desempeño. El índice considera dos aspectos generales de política pública la protección de la salud humana del daño ambiental y la protección de los ecosistemas.
El especialista agregó que para que este tipo de impuestos tengan un beneficio más directo, es deseable que los ingresos obtenidos estén “etiquetados”, es decir que los ingresos obtenidos se usen con un fin en particular.
Por lo tanto, sería deseable que, el ingreso obtenido por el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) a las gasolinas, sea destinado a conceptos como atender la salud de pacientes con problemas respiratorios a causa de la contaminación, mejorar el transporte público o impulsar formas de transporte menos contaminantes.