El presidente de la Asociación Nacional de Productores de Autobuses, Camiones y Tractocamiones (ANPACT), Miguel Elizalde dijo que al aumento del precio del diésel del 16% impactó los costos de operación de los transportistas de forma importante, pues entre el 25% y el 30% corresponde al combustible.
Además, si los vehículos que se emplean para el transporte de mercancías cuentan con más de 15 años, el consumo de combustible se puede incrementar hasta en 50%.
Por esta razón es que se deben implementar medidas para modernizar al transporte, señaló Miguel Elizalde, que este día, en conjunto con el World Resources Institute México y autoridades de transporte darán a conocer el impacto del incremento de los precios de los combustibles en los servicios de transporte.
La apertura de los precios de las gasolinas y el diésel, que llevó a estos combustibles a incrementarse hasta el 20% a partir del 1 de enero tiene un impacto generalizado en toda la población pues 70% de los mexicanos utilizan transporte público y cualquier cadena productiva requiere de transporte para elaborar sus productos.
Elizalde comentó que una de las medidas para reducir el impacto económico y ambiental, en el caso del transporte público es el finamiento para convertir unidades a gas LP o gas natural, mientras que en el caso del transporte pesado el financiamiento para modernizar las unidades puede ser una alternativa.
Estos planteamientos son importantes, sobre todo al considerar que el 4 de febrero se volverán a ajustar al alza entre 8% y 9%, los precios de los combustibles y que a partir del 18 del mismo me registrarán ajustes diarios, de acuerdo a los precios internacionales del petróleo, señaló Adrián García Gómez, investigador de Ingresos e Impuestos del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP).