El Fondo Monetario Internacional (FMI) rebajó en 6 centésimas de punto las proyecciones de crecimiento de México a sólo 1.7% para este 2017 y 2% para 2018 debido a la "incertidumbre" derivada de la llegada a la presidencia de Donald Trump en Estados Unidos.
En su actualización del informe de "Perspectivas Económicas Globales", el FMI argumentó que el deterioro en las perspectivas se debe a condiciones financieras más restrictivas y vientos en contra más fuertes relacionados con nuestro vecino país del norte.
La debilidad que se prevé para México se da no obstante una mejor proyección para la economía global impulsada básicamente por la previsión de un mayor crecimiento en Estados Unidos con una política expansiva por parte de Trump y un desempeño ligeramente por arriba de lo esperado en China, en especial en el segundo semestre del 2016 como resultado de su ininterrumpida política de estímulo.
El organismo afirmó que "tras el deslucido resultado de 2016, las proyecciones apuntan a un repunte de la actividad económica en 2017 y 2018, especialmente en las economías de mercados emergentes y en desarrollo".
No obstante reconoció que existe una amplia dispersión de posibles desenlaces en torno a las proyecciones, dada la incertidumbre que rodea la orientación de las políticas del gobierno estadounidense entrante y sus ramificaciones internacionales.
Alertó acerca de las consecuencias negativas que sufriría la actividad de crecer las acciones proteccionistas comerciales en el mundo y los desbalances fiscales en los diferentes gobiernos.
En la actualización de su Panorama Económico Mundial, el FMI mantuvo sus pronósticos de crecimiento global de octubre sin cambios en 3.4% para 2017 y 3.6% en 2018, más que el 3.1 por ciento del 2016, el año más débil desde la crisis financiera del 2008-2009.
Estados Unidos vería una leve mejoría de 0.1 punto porcentual en el Producto Interno Bruto (PIB) de 2017 para ubicarlo en 1.9% y de 0.4 puntos porcentuales en 2018 con un 2%, mientras Trump despliega planes para medidas fiscales expansivas, incluyendo recortes de impuestos y gasto en infraestructura.