México cuenta con una cobertura de hasta 150 millones de dólares para contingencias por sismos como parte de una serie de bonos catastróficos emitidos por el Banco Mundial el pasado 4 de agosto.
El pago se activa según parámetros de intensidad y ubicación publicados por el Servicio Geológico de Estados Unidos por sismo o bien el Centro Nacional de Huracanes.
Adicional a esto, el gobierno mexicano cuenta con 6 mil millones de pesos para el Fondo para la Atención de Emergencias (FONDEN), el cual se activa una vez que el gobierno federal emite la declaratoria de emergencia extraordinaria.
Ayer se vivió un sismo de 7.1 grados en escala de Richter que sacudió a la Ciudad de México, Puebla y Morelos. El último reporte de Protección Civil indica que este terremoto causó 217 víctimas mortales y diversos daños materiales en las tres ciudades con colapso de construcciones.
Pero estos daños se suman a los que se generaron el pasado 7 de septiembre por el sismo de 8.2 grados que afectó principalmente a los estados de Chiapas y Oaxaca, para los que se estaba previendo destinar los recursos del bono catastrófico y el FONDEN.
El FONDEN cubre afectaciones a la vivienda de familias en situación de pobreza patrimonial, así como los daños en la infraestructura pública federal, estatal y municipal.
Por medio de este fondo, la Federación se hace cargo del costo de la reconstrucción de 100% de infraestructura federal y hasta 50% de la estatal. Los recursos de FONDEN son administrados a través de un fideicomiso a cargo de Banobras, de acuerdo con un reporte de Fitch Ratings.
Es justamente a través del FONDEN que se administrarán los recursos a recibir del seguro catastrófico, para que a su vez sean entregados a los damnificados.
La Secretaría de Hacienda dijo la semana pasada que el FONDEN cuenta con los recursos inmediatos para cualquier emergencia, sin embargo, se refería a los daños ocasionados en Chiapas y Oaxaca por el sismo del 7 de septiembre.
El evento catastrófico más caro y devastador del país ha sido el sismo de 1985, con un costo estimado en 4 mil 100 millones de dólares. Después de este evento están los ciclones tropicales Ingrid y Manuel que en 2013 afectaron al estado de Guerrero y 20 entidades más, con daños por 3 mil 041 millones de dólares, recordó Fitch.