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Reedificación en el país no podrá contrarrestar mal paso para la construcción

El dato estimado de 14 mil millones de pesos, sólo en el gasto en construcción de vivienda en el país tras los sismos que calcula la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC), no alcanza para levantar a este sector, de acuerdo con el mismo presidente del organismo, Gustavo Arballo

En total son 35 mil 500 millones de pesos, que de acuerdo con Gustavo Arballo, no influirían demasiado en el alicaído comportamiento de la industria de la construcción
Escrito por: Isaac Luna Oct. 30, 2017, 8:10 a.m. Economía

No obstante que la reedificación tras los sismos del 7 y 19 de septiembre podrían significar un impulso para la construcción con una inversión en vivienda, escuelas y bienes históricos que rondaría los 35 mil 500 millones de pesos, se espera la actividad sólo crezca entre 0.5 % y 1% en este 2017 debido a los malos resultados de lo que van en el presente ejercicio.

El dato estimado de 14 mil millones de pesos, sólo en el gasto en construcción de vivienda en el país tras los sismos que calcula la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC), no alcanza para levantar a este sector, de acuerdo con el mismo presidente del organismo, Gustavo Arballo.

Este sería el rubro, el de la reconstrucción de vivienda, el que requeriría de más inversión, pero también hay otros en donde se necesita una importante inyección de capital. Es el caso de la reconstrucción de escuelas con un estimado de 13 mil 500 millones de pesos y bienes históricos por unos 8 mil millones de pesos,  de acuerdo con la CMIC.

En total son 35 mil 500 millones de pesos, que de acuerdo con Arballo, no influirían demasiado en el alicaído comportamiento de la industria de la construcción.

Luego de la eventualidad surgida tras los recientes sismos cuyas mayores afectaciones se dieron en la Ciudad de México; Oaxaca; Chiapas; Guerrero; Puebla; Morelos y Veracruz, pudiera pensarse que aunque sea en medio de la catástrofe, esta industria podría encontrar un apoyo a partir de los trabajos de reconstrucción; sin embargo, no es así.

Hay que agregar que el presidente de la CMIC, nos señala que además, el flujo para las constructoras será lento y que se necesitarán mínimo 2 años en la recuperación de infraestructura en el país.

Arballo reitera que el estancamiento económico, tampoco ayudará a esta industria. Hay varios elementos en contra como los aumentos a los precios para el productor. Apenas en septiembre pasado, el crecimiento anual en ese sentido fue de 9.69 %. Este es el segundo incremento más alto desde 2008.

De acuerdo con datos de la CMIC con base en información del Centro de Estudios Económicos del Sector de la Construcción (CEESCO) y el INEGI, en el período enero- agosto, el valor de producción registró una caída de 0.7% con relación al mismo lapso de 2016.

Lo anterior se debió a una reducción del  8.6%  en la realización de obra pública -más allá de lo que se dice oficialmente -, lo que se suma a una importante disminución de 2.5 % en la actividad de construcción de obra privada.

Los analistas estiman que esta última sufre debido a la incertidumbre económica, pero también por un aumento de los costos financieros, que definitivamente influyen en la realización de nuevos proyectos de inversión.

Bajo estas circunstancias, las expectativas no son buenas  y se espera que en 2017 la industria de la construcción crezca en un rango de entre 0.5% y 1%.

Lo anterior no es un asunto menor. El foco es que esta mediocre expectativa que se proyecta está muy por debajo del potencial de la industria que, se calcula, es de entre 4% a 5% anual.

Las perspectivas a más largo plazo tampoco son para nada alicientes. En el actual escenario de incertidumbre económica, los expertos consideran que la industria de la construcción en México crezca apenas en un promedio anual de 2% para los próximos 4 años.

El bajo desempeño se presentará debido a factores que inhiben la inversión y limitan el crecimiento. Además de la mencionada caída de la inversión pública y privada y las tasas de interés; está también la expectativa sobre los resultados de la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) que podría frenar las exportaciones de las que depende la economía de México y que impactarían negativamente la inversión en la edificación industrial, comercial y sus servicios.

 

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