Justin Trudeau, primer ministro canadiense se opuso nuevamente a la creación de un impuesto feonterizo, pues argumentó que una medida de esta naturaleza dañaría a ambas economías.
"Cualquier cosa que cree obstáculos en la frontera, tarifas adicionales, nuevos impuestos es algo que nos preocupa", dijo el mandatario en una reunión con empresarioa energéticos en Houston.
Los republicanos propusieron un arancel que favorezca a las exportaciones sobre las importaciones como parte de un plan para reformar el código tributario de Estados Unidos.
Sin embargo, la idea tiene un amplio rechazo por parte de México y Canadá, así como por las empresas que dependen de las importaciones, pero es apoyada por los grandes exportadores, como los fabricantes.
Por su parte, Jim Carr, ministro de Recursos Naturales de Canadá reiteró que el gobierno está dispuesto a discutir cambios en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) con Estados Unidos y México, pues los acuerdos comerciales deben "ser refrescados cada cierto tiempo".
El funcionario abundó que su país estaría dispuesto a responder a la propuesta de un impuesto fronterizo, pero sostuvo que los ejecutivos que asistieron a la conferencia de energía CERAWeek le dijeron que no ven la necesidad de un gravamen a las importaciones de energía.