La Bolsa Mexicana de Valores (BMV) cerró la semana con una pérdida de 4.30%. De acuerdo con especialistas el mercado mexicano sufrió en buena medida por que las acciones del Grupo Financiero Banorte se volvieron a debilitar, por el retroceso de los precios del crudo y por la decisión del Banco de México (BANXICO) de elevar su tasa de interés que se ubicó 8%.
Pese a ello, en la sesión de este viernes el Índice de Precios y Cotizaciones ganó 2.1%, para cerrar en 42,319 puntos.
En Estados Unidos, los índices Dow Jones y S&P 500 ganaron luego que el presidente Donald Trump señalara que su país podría no tener que imponer más aranceles a las importaciones chinas.
El Dow Jones cerró con una ganancia de 0.49% y terminó en 25,413 unidades, por su parte el S&P 500 subió 0.22% para finalizar en 2,736 puntos y el Nasdaq bajó 0.15%, para terminar en 7,247 enteros.
Los petroprecios subieron este viernes por tercera sesión consecutiva, aunque acumuló seis semanas consecutivas de pérdidas.
Analistas señalan que el mercado petrolero está presionado por la abundante oferta.
De esta forma los futuros del West Texas subieron 0.60% para venderse en 56.80 dólares por barril, mientras que el crudo Brent del Mar del Norte ganó 0.54% a 66.98 dólares
En cuanto al mercado de cambios este viernes el peso cerró la jornada y la semana con ganancias. Esto al aprovechar una pérdida del dólar frente a las principales divisas del mundo.
En ventanillas bancarias, el billete verde se vendió en 20.40 pesos, es decir, 20 centavos más barato que el último precio del jueves, mientras que a la compra operó en 19.55 pesos.
Por su parte al mayoreo el dólar cerró en 20.09 pesos a la venta, lo que significó una ganancia de 0.60% para la moneda nacional en comparación con el cierre de ayer. Hay que destacar que en la semana, el peso acumuló una apreciación de 1.27%.
El dólar registró bajas luego de los comentarios cautos de dos funcionarios de la Reserva Federal de Estados. El vicepresidente de la FED, Richard Clarida
declaró a la cadena de televisión CNBC que veía cierta evidencia de un enfriamiento del crecimiento global.
Clarida señaló que las tasas de interés de Estados Unidos están cerca de las estimaciones de una política monetaria neutral, y que estar en dicha posición "tiene sentido".
El presidente de la Reserva Federal de Dallas, Robert Kaplan, señaló que veía una desaceleración en el crecimiento en Europa y China que podría afectar a la economía de Estados Unidos.