Para nadie es placentero el robo de un vehículo, no sólo por el hecho en sí, sino por toda la tramitología que implica levantar la denuncia, presentar el papeleo a la aseguradora y esperar a que exista un reembolso, o bien, que se recupere la unidad.
Desafortunadamente, este problema se hizo más grande en marzo pasado, pues de acuerdo con datos de la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS), este tipo de delitos aumentó 21% en comparación con el mismo lapso del año anterior, lo que representó su repunte más alto en 12 años.
Por si fuera poco, de cada 100 autos que son reportados como robo, sólo se recuperan 37, mientras que en el mismo mes del año pasado se recuperaron 45.
Pero, según la calificadora Moody’s Investor Services, si esta tendencia continúa a los niveles registrados el mes antepasado, las reclamaciones de los afectados elevará el índice de siniestros de la industria de seguros de automóviles, es decir la cantidad de reclamaciones contra lo que gana una empresa por el costo de la póliza y generará daños en las ganancias de un sector que tiene baja penetración en el mercado.
La calificadora se fue más atrás en el tiempo y detalló que entre 2012 y 2015 los robos en este sector disminuyeron constantemente, y que el reciente repunte es una amenaza para una industria que tiene pocas ganancias.
El año pasado, la combinación de costos –que incluye las reclamaciones más los gastos generales- menos los cobros de las primas de seguro subió a 99%, y si los robos siguen al alza, la proporción superaría 100% este año, lo que indicaría pérdidas generales para las empresas.
“El seguro de automóvil constituye más de la mitad del total de seguros generales no vida en México, y 11 de las 35 firmas que firman pólizas de seguros de automóviles son aseguradoras monolíneas (es decir, sólo ofrecen un tipo de seguro)”, señaló la calificadora.
Las primas brutas de automóviles se expandieron a un ritmo de 10% anual en los últimos cinco años, y los volúmenes de negocio subieron un 20% en 2016, apoyado por un aumento de 19% en las ventas de autos nuevos, que por ley deben contar con un seguro.
Actualmente, la competencia entre los aseguradores de autos generará que los precios no suban, porque las empresas buscarían mantener el número de clientes y absorber las pérdidas, aunque para compensarlas, podrían subir el deducible, es decir, lo que cobran por cada incidente que cubran, así como aplicar diferentes precios basadas en las tasas de robo de cada entidad, donde tener un carro en Ecatepec, Estado de México (el municipio con más robos en todo el país) sería más caro que en cualquier otro sitio de la república.
Entre las diez aseguradoras más grandes de México, Quálitas, ABA y HDI son los más vulnerables porque se especializan casi exclusivamente en seguros de automóviles, lo que genera un promedio del 85% de su negocio.