Rusia cumplió su advertencia y respondió a la ley aprobada por el Senado estadounidense de endurecer las sanciones contra ese país por su injerencia en las elecciones presidenciales recientes y por su anexión de Crimea.
El presidente ruso Vladimir Putin anunció que expulsará a 755 diplomáticos estadounidenses de su país, medida que entrará en vigor este primero de agosto.
Además, el gobierno ruso ordenó el cierre de dos edificios en Moscú, una residencia de verano y un almacén que son propiedad de la embajada estadounidense.
Con esto, Rusia reducirá a 455 los funcionarios de Estados Unidos, es decir, el mismo número que determinó ese país respecto a los embajadores rusos.
"Hemos esperado suficiente tiempo, con la esperanza de que la situación quizás mejoraría", dijo el presidente Putin en una entrevista televisa en su país, “pero todo indica que incluso si la situación cambia, eso no va a suceder pronto".
Agregó que aún revisará si las nuevas sanciones que están pendientes de ser firmadas por el presidente Donald Trump, para determinar si es necesario otro tipo de respuesta.
“Pero espero que no tendremos que hacerlo" dijo.
En su etapa final, el gobierno de Barack Obama confiscó las propiedades de la embajada rusa en Washington y expulsó a un grupo de diplomáticos de ese país.
Sin embargo, la semana pasada el Congreso de Estados Unidos decidió llevar a ley estas medidas con el fin de evitar un eventual veto del presidente Trump.