De enero a abril del 2017 las importaciones de maíz, principal grano que se consume en el país, disminuyeron 11.5%, llegaron a 4.7 millones de toneladas, sobre todo de maíz amarillo, porque de maíz blanco México es superavitario.
El maíz amarillo se destina principalmente para la alimentación del ganado.
En tanto, las adquisiciones de trigo, el segundo grano más importante en el país, aumentaron 4.4%, pues el volumen llegó a 1.66 millones de toneladas, procedentes de Estados Unidos, Canadá y Rusia.
El trigo en el país se consume en forma de harina porque es un grano duro que sería prácticamente imposible triturarlo con los dientes, se emplea sobre todo para la fabricación de pan, pastas y galletas.
En días recientes una delegación mexicana acudió a Argentina para que este país sudamericano sea un nuevo proveedor de este grano para México, ante la incertidumbre por el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) con Estados Unidos.
El Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA), encabezado por Juan Carlos Anaya informo que en términos generales las importaciones de granos y oleaginosas registraron una disminución, de enero a abril del 2017, al pasar de 11.20 millones de toneladas a 10.78.
Explicó que el valor de las importaciones sumó dos mil 644.1 millones de dólares, lo que significó una reducción en valor de 3.6%, con respecto al mismo periodo del año anterior.