Rusia está por convertirse en un nuevo eje de controversia entre el presidente electo Donald Trump y el Senado de EU.
Y es que el Trump podría tener dificultades para asegurar la aprobación del Senado del CEO de Exxon Mobil Rex Tillerson, como Secretario de Estado, dado sus fuertes vínculos con el presidente Ruso Vladimir Putin y los intereses de su empresa en ese país.
Además el Senado esta por iniciar una investigación sobre una posible interferencia Rusa en las elecciones presidenciales, situación a la que Trump se opone fervientemente.
En los últimos años Rusia ha sido un punto de escozor entre diferentes miembros del Senado.
Hace sólo unos meses el senador republicano Rob Portman de Ohio y el demócrata Dici Durbin de Illinois firmaron una carta en la que se urgía al presidente electo Donald Trump, el continuar con la tradición americana de apoyar a la gente de Ucrania contra los ataques rusos, misma que fue firmada por 12 republicanos y 15 demócratas.
Además la posible investigación de interferencia rusa fue hoy apotada por el líder la mayoría del senado Mitch McConnell.
Nate Silver especialista de FiveThirtyEight destaca que por lo menos 16 senadores republicanos han apoyado esta investigación mediante sus cuentas de Twitter y 13 lo han hecho luego de las elecciones en EU.
Por si fuera poco entre los que han mostrado una mayor oposición a las relaciones con Rusia y que incluso firmaron la carta a favor de Ucrania se encuentran los republicanos Ron Johnson de Wisconsin, Cory Gardner de Colorado y Marco Rubio de Florida quienes pertenecen al Comite de Relaciones Exteriores y serían suficientes para descalificar al candidato.
El fin de semana Rubio destacó en su cuenta de Twitter que ser amigo de Vladimir Putin no es un atributo que se espera de un secretario de Estado y expreso su profunda preocupación.