El jefe de calificaciones soberanas de Fitch Ratings, James McCormack declaró que la agencia no está muy confiada en que Andrés Manuel López Obrador (AMLO) pueda cambiar la situación de México.
Durante el Foro Anual de Fitch Ratings México explicó que la baja en la calificación de la deuda de México se basa en el análisis de gobernanza cuyos datos provienen del Banco Mundial (BM). Explicó que también se tomaron en cuenta elementos como la corrupción, rendición de cuentas y Estado de derecho.
McCormack indicó que “si creyéramos que el nuevo gobierno va a tomar estos temas y darle un cauce diferente, podríamos ajustar los números, pero no estamos 100% confiados de que eso va a suceder. Si confiamos de más podemos, entonces descontar los números del Banco Mundial y decir que aún no se han actualizado a la nueva realidad, pero ahora estamos tomando los datos del Banco Mundial”.
Agregó que “la gobernanza es todo un desafío para México, para las calificaciones”.
Además hizo ver que la reciente baja en la calificación del soberano de México a “BBB” desde un nivel de “BBB+” fue porque su modelo “nos sacó las debilidades estructurales de gobernanza, que es particularmente baja para México, es baja también en toda Latinoamérica pero México sobresale, es débil y no parece que hoy vaya mejorando”.
El directivo adelantó que Fitch no prevé hacer una modificación próxima en la calificación y expuso que hay dos factores que podrían modificarla. En primer lugar está el impacto de la deuda de Petróleos Mexicanos (PEMEX) en las finanzas públicas, lo que no favorece la calificación. Explicó que “se espera que el soporte del soberano a PEMEX resultará en menores ingresos fiscales o mayor deuda gubernamental. Este es otros de los desafíos”, y reiteró que “no estamos esperando cambiar pronto esta calificación”.
Antes el subsecretario de Hacienda, Arturo Herrera señaló que la desgravación en el impuesto a la petrolera representa 15 mil millones de pesos, el equivalente a “3 milésimas del presupuesto federal. Tenemos poco a poco que ir desgravando a PEMEX pero a un ritmo que le permita a la finanzas mantenerse”, y señaló además que México cuenta con chalecos antibalas que le permiten sortear los choques externos.
Al respecto McCormack diho que “no quisiera contradecir al secretario, lo que vemos es que PEMEX tiene 160 mil millones de dólares de deuda, que eso no calificaría ni siquiera en categoría “B”, es un crédito débil de grandeza gigantesca y no sabemos qué tipo de soporte es el que necesite. Pemex es una fuente importante de entradas al gobierno. Si el Gobierno reduce la toma de Pemex para dejarlo con más gasto para inversión y si el gobierno tiene problemas para sacar más recursos, de donde los va a sacar y no vemos que esto se vaya a desenvolver más adelante”.
El directivo de Fitch señaló que también influyó en la baja de la calificación el deterioro de las perspectivas de crecimiento y los retos fiscales que el país enfrenta en el mediano plazo.