Si México no cumple antes de febrero próximo con resolución del panel en maíz transgénico, EU impondrá represalias

Si para antes de que termine febrero del año próximo el gobierno de México no cumple con las resoluciones determinadas por un panel del T-MEC para lo relativo al maíz modificado, Estados Unidos podrá imponer una serie de represalias comerciales a diversos productos de exportación.
El pasado 20 de diciembre se confirmó lo que ya era un rumor a voces, el que nuestro país había perdido la disputa por el maíz genéticamente modificado que solicitó el vecino del norte en 2023.
A partir de esa fecha, el gobierno de Claudia Sheinbaum tiene 45 días para cumplir con las resoluciones, en este caso, revocar y abstenerse de expedir prohibiciones para el uso de grano genéticamente modificado para consumo humano.
También el eliminar las disposiciones para emprender acciones que conduzcan a sustituir el maíz modificado tanto para alimentación animal como industrial y consumo humano.
Los expertos del panel fallaron a favor del gobierno de Joe Biden al considerar que México no se apoyó en la ciencia para prohibir el maíz transgénico y su llegada al mercado.
Pese a la delicada situación, este sábado la propia jefa del ejecutivo afirmó que no se detendrá la reforma a la Constitución para establecer la prohibición de la siembra del maíz transgénico.
Señaló que con la ayuda del Congreso “se va a darle la vuelta a esta resolución del panel del T-MEC porque estoy segura, no se puede sembrar maíz transgénico y hay que proteger la biodiversidad en nuestro país”.
En caso de que esto suceda, evidentemente la situación con el gobierno de Donald Trump se hará todavía más complicada en la parte comercial, máxime el amague que hay en la mira para imponer aranceles a México, amén de los riesgos que existen para que el acuerdo comercial con EU y Canadá pueda permanecer.
Sirva señalar que la prohibición al maíz transgénico es incongruente con la fuerte dependencia que se tiene en lo que hace a dicho grano cuyas importaciones han crecido de manera importante en los últimos dos años con lo que México ya es el número uno en adquisiciones de éste en el planeta, incluso por encima de China.