Después de que Ford suspendiera su inversión de mil 600 millones de dólares para establecer una planta en San Luis Potosí, Donald Trump amenazó a General Motors y ahora a la lista de armadoras a las que amaga con un “gran impuesto fronterizo” se suma la japonesa Toyota, que planea construir una planta en Baja California para construir el Corolla y venderlo en Estados Unidos.
“Toyota Motor dijo que construirá una planta en Baja California, México para construir Corollas para vender en Estados Unidos. ¡NO HAY FORMA! Construyan la planta en Estados Unidos o paguen un gran impuesto fronterizo”, señaló el futuro presidente de la Unión Americana en su cuenta de Twitter.
El presidente electo del país de las barras y las estrellas desconoce los planes de construcción de Toyota en México, pues la armadora ya tiene una planta en Baja California y la fábrica donde se armará el Corolla se construye en Guanajuato.
Como respuesta, Akio Toyoda, jefe de Toyota Motor, señaló en Tokio que la empresa considerará sus opciones una vez que haya certeza sobre la política que adoptará Donald Trump.
Mientras tanto, Takahiro Hachigo, presidente Ejecutivo de Honda Motor Co., comentó que la firma japonesa produce autos en el país para mercados que incluyen a Norteamérica y Europa “y no tenemos planes inmediatos de cambiarlos”.
Además, de acuerdo con Óscar Silva, socio líder Global Strategy Group de KPMG México, la influencia del futuro mandatario pesa más sobre las empresas estadounidenses y no las inversiones provenientes de Asia y Europa, por lo que descartó que esto afecte a la industria automotriz en México.
Toyota no es la primera empresa en recibir este tipo de mensajes por parte del empresario inmobiliario, pues General Motors recibió un mensaje muy similar sobre el armado del Chevorlet Cruze, aunque la marca aseguró que la producción que se hace en México se destina a mercados globales y no a la Unión Americana.