Ninguna de las medidas en materia económica planteadas por el presidente Andrés Manuel López Obrador son sostenibles en el largo plazo, aseguró John Soldevilla, profesor en el Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE).
Para lograr un aumento en el consumo, la creación de más empleos y el incremento de las exportaciones, es necesaria una intensa promoción de la inversión en el país como única alternativa si se pretende llegar a tasas de crecimiento mayores.
Indicó que claramente hay un problema estructural ya que “desde 1941 a 1982 el país creció a una tasa media de 6.2% y de 1983 a 2018 sólo lo hizo 2.1%”.
“Cuando la economía interna se expandió a tasas muy altas fue porque aumentó de 6% del PIB a principios de 1940, hasta el máximo histórico de 27% en 1981, después se nos cayó y nunca más la hemos recuperado. Está claro, si un país no invierte, no crece, no hay otra fórmula”, afirmó Soldevilla.
A pesar de ello, indicó que actualmente en México no se cuenta con una política clara de expansión de la inversión y agregó que “deberíamos tener una tasa de crecimiento de 4%, con 3 millones de nuevos empleos anuales, pero sólo se logran 600 mil debido a que la inversión determina la tasa de crecimiento”.
Precisó además que una eventual recesión en Estados Unidos podría poner en riesgo a la economía mexicana.
Todo lo demás podrá amortiguarse, debido a que contamos con un entorno favorable para los inversionistas como una inflación aceptable, bajas tasas de interés, reservas internacionales positivas y deuda pública manejable.
No obstante, señaló que pesan sobre el crecimiento de México factores como la corrupción, impunidad, inseguridad, violencia, crimen organizado y la debilidad de las instituciones, elemento que impacta fuertemente las inversiones.
Se estima que el crecimiento económico del país el próximo año que está por iniciar, será de entre 1.2% y 1.4%.