Para bajar el impacto en la calidad del aire del país, el próximo 1 de julio entrará en vigor el ordenamiento de que todos los nuevos vehículos pesados utilicen diésel ultra bajo azufre, aunque todos aquellos que no sean de nueva adquisición mantendrá la normativa anterior.
Hay que considerar que Petróleos Mexicanos (PEMEX) distribuye 17% de combustible convencional en el país.
La obligación se establece la Norma Oficial Mexicana (NOM) 044 de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT), por un lado, y en la NOM 016 de la Comisión Reguladora de Energía (CRE) con el fin de coadyuvar en la calidad del aire luego de la reciente contingencia que se observó en la Ciudad de México (CDMX) y entidades aledañas.
Miguel Elizalde, presidente ejecutivo de la Asociación Nacional de Productores de Autobuses, Camiones y Tractocamiones (ANPACT) señaló que habría un mayor impacto si además de aplicarse la obligación de la NOM 044 se arrancaran programas de renovación de la flota actual que en el país es de más de 1 millón de vehículos de estas dimensiones con una edad promedio de 18 años o más y agregó que la industria ya está lista para cumplir con las obligaciones.
Señala que con base en estudios de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) en el país la demanda de vehículos de estas dimensiones alcanza 67 mil unidades al año, sin embargo solamente se colocan 40 mil, lo que representa apenas 60% de las necesidades.
Indicó que los usuarios de estos vehículos son en su mayoría pequeños y medianos empresarios cuyos ingresos no son suficientes para renovar sus vehículos conforme a sus necesidades.
PEMEX importó 56% de sus ventas internas del combustible diésel de bajo azufre, una proporción que se ha mantenido en los últimos años.