La resolución de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) por la que declara la inconstitucionalidad de la medida que prohíbe a Telcel cobrar a sus competidores por el uso de su red es un cambio en las reglas del juego y tendrá serias consecuencias en la sustentabilidad y composición del sector.
“Ante un fallo adverso para el futuro y la estabilidad de las empresas de telecomunicaciones de menor escala en el país, surge la pregunta de cómo las autoridades mexicanas buscarán equilibrar la posición competitiva de las empresas que resultan severamente perjudicadas con esta determinación, para que éstas puedan seguir brindando sus servicios a los usuarios con calidad y productos innovadores”, señaló.
La empresa española consideró que ahora corresponde al Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) encontrar la forma de asegurar la máxima asimetría posible y mantenerla el tiempo necesario para garantizar la competencia efectiva en el mercado.
Consideró que, en caso contario, se perpetuará la concentración de mercado creando un ambiente de desequilibrio.
Por su parte, el IFT señaló que una vez que sea publicada la sentencia de la SCJN analizará sus efectos para darles cabal cumplimiento y resolver lo conducente sobre las tarifas de interconexión aplicables al operador preponderante
Destacó que, en su resolución, la SCJN reconoce las facultades constitucionales del Congreso de la Unión para legislar en materia de telecomunicaciones y radiodifusión, pero sin sustituir al Instituto en el ejercicio de sus propias facultades constitucionales.
“Con esta sentencia se avanza en la consolidación de un nuevo diseño institucional que fortalece el papel de los órganos reguladores del Estado”, afirmó.
Por separado, AT&T dijo que confía en el liderazgo del IFT, “quien velará que se respete el espíritu de la reforma en beneficio de todos los mexicanos”.
Destacó que su decisión de invertir en México se basó en el amplio respaldo público que recibieron las reformas constitucionales y legislativas de telecomunicaciones.
“A dos años de nuestra llegada, aún enfrentamos a un operador dominante que tiene cerca del 65% del mercado. La ardua tarea de reformar la industria apenas inicia y requiere dedicación continua”.