Los miembros de la Junta de Gobierno del Banco de México señalaron, en su última reunión de política monetaria, que los sismos y terremotos que azotaron a diferentes estados del país en las últimas semanas tendrán efectos temporales y moderados sobre la economía y la inflación.
La mayoría considera que la incertidumbre respecto a un resultado adverso de las negociaciones del TLCAN, así como las próximas elecciones podría incidir en el corto plazo en el comportamiento del tipo de cambio.
De igual forma, la mayoría de los integrantes de la Junta de Gobierno del banco central consideró que la inflación general parecería ya haber alcanzado su máximo en agosto, cuando fue de 6.66% a tasa anual, el más alto desde mayo de 2001.
En tanto, en septiembre la inflación fue la menor en tres meses, al registrar un nivel de 6.35%.
También consideraron que ante los diversos riesgos presentes deberán permanecer "atentos a mantener una postura monetaria prudente que promueva la convergencia de la inflación al objetivo al menor costo posible para la actividad económica".
Uno de los miembros dijo que la posibilidad de incrementar las tasas cobra relevancia dado el balance de riesgos que enfrenta la inflación, ya que espera que el rubro subyacente del índice de precios al consumidor converja al objetivo de 3% hasta mediados de 2019.
En la reunión de septiembre, la Junta decidió mantener la tasa de interés sin cambios en 7%, por lo que por segundo mes el banco central puso pausa el ciclo alcista que emprendió desde finales de 2015.
“La mayoría también indicó que continúan los riesgos de que se revierta la apreciación que ha registrado la moneda nacional ante el surgimiento de nuevos choques de naturaleza externa o interna”, de acuerdo con la minuta difundida el día de hoy.