Líderes de varios países criticaron a Donald Trump, presidente de Estados Unidos, luego de que anunciara que la próxima semana impondrá a las importaciones de acero y aluminio un arancel de 25% y 10%, respectivamente.
Todo el mundo está atento a este planteamiento y señalan que es el inicio de una guerra comercial. Ocurre que Estados Unidos es el principal comprador de ambos metales en el orbe y al poner más impuestos es considerado como una afrenta al mundo con los costos que se deben tener.
Este tema se da justo en medio de la séptima ronda de negociaciones del TLCAN. Los negociadores de los países del acuerdo señalaron que los aranceles afectarán la negociación de las reglas de origen del sector automotriz, el más espinoso.
Moisés Kalach, coordinador del llamado "cuarto de junto", señaló que si se impone un arancel a la materia prima de los autos, y otras manufacturas, se verán afectadas las reglas de origen. Es por ello que los negociadores de Estados Unidos fueron llamados a Washington.
Sobre ello, el secretario de Economía, Ildefonso Guajardo, viajó a Washington para reunirse con Wilbur Ross, titular de Comercio de Estados Unidos. Hay que tomar en cuenta que México es el cuarto exportador de acero hacia Estados Unidos. Representa el 9% de las importaciones de estadounidenses de ese metal.