Todo indica que el presidente de Estados Unidos (EU), Donald Trump sentó las bases para una guerra comercial global al anunciar que impondrá aranceles a las importaciones de acero y aluminio, amenaza a la que desde luego ya ya respondieron otras naciones.
La Unión Europea advirtió que de concretarse el golpe comercial apuntaría a icónicas marcas estadounidenses, en tanto que el mismo Trump en Twitter ya reviró y señaló que simplemente se impondrán impuestos a la industria automotriz. Afirmó que "si la Unión Europea quiere aumentar aún más sus aranceles y barreras ya enormes sobre las empresas estadounidenses que hacen negocio allí, simplemente aplicaremos un impuesto sobre los coches que se venden libremente en los Estados Unidos. Ellos ya hacen imposible las ventas de nuestros automóviles allí. ¡Gran desequilibrio comercial!"
Horas después de que Trump dijo en un mensaje de Twitter que "las guerras comerciales son buenas y fáciles de ganar", el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, dijo que el bloque estaba preparado para responder con fuerza y no dudaría en disparar en contra de las importaciones de motocicletas Harley-Davidson, los pantalones de mezclilla Levi Strauss y el whisky bourbon provenientes de EU.
La amenaza de Juncker aumentó las perspectivas de una creciente guerra comercial. La Organización Mundial del Comercio (OMC) dijo que el potencial de tensiones "es real" y el Fondo Monetario Internacional (FMI) advirtió que las restricciones probablemente dañarían la economía estadounidense y mundial.