El pleno del Senado de la República dio marcha atrás a una reforma que pretendía modificar la estructura de gobierno que planteaba dar a la Secretaría de Gobernación (SEGOB) facultades de control sobre los medios públicos.
Esta meta había generado molestia entre organizaciones civiles, académicos, comunicadores y periodistas.
El punto formaba parte de las modificaciones a la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal que discute el Congreso de cara al inicio de la gestión de Andrés Manuel López Obrador (AMLO).
La modificación implicaba facultar a SEGOB para proveer el servicio de radiodifusión pública digital a nivel nacional.
El coordinador de la bancada de Morena en la Cámara de Senadores, Ricardo Monreal, propuso eliminar completamente el párrafo motivo de controversia, a fin de garantizar la autonomía de los medios públicos.
“Señores comunicadores, académicos y gente que comentó sobre esta situación que les preocupaba, están servidos”, señaló Monreal después de la eliminación del párrafo que quedó aprobada.
Debe destarase que la Cámara de Diputados había agregado un párrafo al artículo 27 de la ley, sobre las facultades de la SEGOB que era “proveer el servicio de radiodifusión pública digital a nivel nacional, así como autorizar, supervisar y evaluar los programas de comunicación social y publicidad de las dependencias y entidades de la Administración Pública Federal”. Lo anterior ya quedó totalmente eliminado.
En México, los medios públicos son aquellos espacios de comunicación que se financian con recursos del gobierno a los que se otorga permisos de operar a condición de que lo hagan sin fines de lucro, aunque a nivel editorial son independientes de las autoridades.
Los medios públicos desempeñan una función esencial al proveer contenidos que responden a las problemáticas sociales y las necesidades informativas, educativas y culturales de la población.
Expertos señalan que la participación de la Secretaría de Gobernación en la regulación de los medios es una de las herencias más lamentables de un pasado antidemocrático y autoritario que debería de cambiar de inmediato.