Los senadores de Estados Unidos dieron el visto bueno a la reforma fiscal del país que se considera la más profunda en los últimos 30 años. Los republicanos, que mantienen la mayoría en la Cámara Alta, aprobaron la ley con 51 votos a favor y 49 en contra después de que el proyecto fue modificado en varios de sus apartados para convencer a los legisladores que se mantenían renuentes. Ahora los legisladores deben armonizar lo avalado la Cámara de Representantes.
Fue una maratónica sesión de 11 horas, en donde los republicanos votaron a favor de estas nuevas leyes que agregan más déficit al sector público en los próximos 10 años, recorta impuestos a las corporaciones y los eleva a quienes ganan menos de 75 mil dólares.
Si se concreta, será la primera gran reforma del mandato Trump.
Ningún demócrata votó a favor del proyecto de ley. Ellos criticaron no sólo la esencia de la reforma, sino que consideraron que da privilegios al sector más rico de la población a costa de la clase media.
Desde que asumió el cargo en enero, el presidente Donald Trump y los republicanos que controlan el Congreso no han conseguido la aprobación de leyes importantes, un hecho que esperan cambiar con esta propuesta de revisión del código tributario, que sería la mayor desde la década de 1980.
La promulgación de un proyecto de ley de impuestos sería una victoria política para los republicanos que se dirigen el próximo año a las elecciones de mitad de periodo.
El presidente Trump quiere que ello suceda antes de finales de año, para apuntar su primera gran victoria legislativa.