Los altos niveles de contaminación en las grandes urbes chinas representaron un área de oportunidad para la empresa Sanqin Forest Industry que con el apoyo del estado fabrica latas que contienen dos minutos de aire fresco traído de un bosque del oeste de ese país y que se venden a un precio de 48 yuanes, lo que equivale a 6.95 dólares.
Además de las latas de aire fresco, las empresas chinas aprovechan las contingencias ambientales para promover productos como collares que filtran el aire hasta calcetines antiesmog, en un mercado que se preocupa cada vez más de la calidad del aire que respiran.
Otros productos que están a la venta en la nación asiática, a través del sitio de internet Taobao, son maquillajes que protegen la piel contra la contaminación, así como sombreros que incluyen filtros de aire.
Las alertas por esmog son comunes en el norte de China, especialmente durante invierno, cuando es muy difícil encontrar en el mercado máscaras para protegerse de la contaminación.
La venta de estos artefactos ocurren a pesar de que el primer ministro Li Keqiang se comprometió a garantizar que los cielos azules no serían un lujo para los habitantes de ese país.
El miércoles pasado, el político chino comentó que ante el Parlamento que la contaminación del ambiente debe ser controlada.
"Montamos una fábrica en Ningdong Forest Park, en la provincia de Shaanxi, y comprimimos el aire directamente en el envase", dijo Zhai Wenjun, gerente de ventas de Sanqin Forest Industry. "Los consumidores se sentirán como si estuvieran respirando en el bosque", añadió.