“No, no y no” fue la respuesta de Luis Videgaray sobre la posibilidad de ser el candidato del Partido de la Revolución Institucional (PRI) para la presidencia en 2018.
En una conferencia de prensa para detallar los temas que se trataron en las reuniones de trabajo en Washington, el canciller mexicano afirmó que no quiere, ni buscará pelear por La Silla el año entrante.
Una de las reuniones que sostuvo Videgaray Caso fue con el secretario de Seguridad Nacional de Estados Unidos, John Kelly, quien señaló que un presidente de izquierda en México no sería bueno para ninguno de los dos países.
Esta declaración es una clara referencia a Andrés Manuel López Obrador, misma que sirve como termómetro para adelantar que en caso de una victoria en 2018, el tabasqueño no tendría el respaldo de la Casa Blanca en un contexto en el que seguramente seguirá la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) y podría complicar su desenlace.
En respuesta, Luis Videgaray afirmó que en esa misma reunión solicitó a Estados Unidos que respete el proceso electoral de México.
"Tuve una conversacion franca con el secretario Kelly respecto a los comentarios que hizo ayer. Le dije de una manera respetuosa pero clara que las decisiones electorales corresponden solamente a los mexicanos y que lo que esperamos de parte de los Estados Unidos es que se respete el proceso electoral", dijo.
Además, en un comunicado, la Secretaría de Relaciones Exteriores dijo que durante la reunión con Kelly, Videgaray reiteró su rechazo a la propuesta de deportar a México a ciudadanos de otros países.
Ambos funcionarios dieron seguimiento a temas sobre la relación bilateral, así como a las conversaciones sostenidas durante la visita de Kelly a México en febrero de este año.