De cada 10 botellas de vino que se consumen en México, sólo tres son de producción nacional, aún cuando varios estados del país están en una franja adecuada para la producción de uva para la fabricación de vino.
De los 89.5 millones de litros que se consumieron el año pasado, sólo 30% correspondió a vinos de producción nacional.
El Consejo Mexicano Vitivinícola que lleva Daniel Milmo, nos comenta que esto es principalmente debido a un déficit de hectáreas plantadas para la producción de uva.
Aquí existen únicamente tres mil 600 hectáreas en todo el país. La situación nos coloca lejos de países como Italia, España, Francia, EUA, Chile, Argentina, Australia y China, que producen en conjunto 80% de dicha bebida en el mundo.
Se calcula que para tener una proporción de 50% de consumo de producto nacional y 50% de producto importado se requieren alrededor de 15,000 hectáreas adicionales en México, lo que podría tomar entre diez y quince años.
Y es que uno de los objetivos a 10 años del Consejo Mexicano Vitivinícola, es que hasta 50% del consumo provenga de viñedos mexicanos. Para ello, en breve se darán a conocer acciones concretas para incentivar el consumo de vino nacional.
Se estima que existen dos millones y medio de mexicanos que consumen vino de manera recurrente, de los cuales un 80% lo toma una vez a la semana y, sólo un 15% lo hace de modo diario.
De acuerdo con el Servicio de Información Agroalimentaria que depende la Secretaría de Agricultura, en México hay mil 950 productores y 207 empresas vitivinícolas.
El 66% de la producción de este fruto es uva de mesa, 11% uva de pasa y 23% es industrial, con la que se hacen jaleas, jugos y vino blanco y tinto. De estos últimos los principales estados productores son Baja California, Zacatecas, Aguascalientes y Sonora, que concentran el 90% de la producción en el país que suma 20 millones de litros, apenas el 0.07% de la producción mundial.