Unas cinco asociaciones de comercio automotriz que representan a General Motors, Toyota Motor Corp, Volkswagen AG, Hyundai Motor Co, Ford Motor Co y casi todos los demás grandes fabricantes de automóviles que conforman la coalición conocida como "Driving American Jobs" unieron sus fuerzas para convencer al presidente Donald Trump de que el Tratado de Libre Comercio “merece ser salvado”.
La coalición respalda una campaña publicitaria de cuatro semanas y 500 mil dólares destinada a convencer a Trump y a los votantes que el acuerdo transfronterizo beneficia a los tres países para impulsar el sector automotriz y mantener el empleo, a pesar de lo que ha dicho la Casa Blanca.
Le tomó nueve meses a la industria automotriz hablar finalmente después de que Trump asumió el cargo en enero. Los primeros esfuerzos de los fabricantes de automóviles para apaciguar a la Casa Blanca Trump, que acordaron respaldar los cambios potencialmente masivos de su administración en una política comercial que podría ser perjudicial, parecen haber sido abandonados.
De acuerdo con varias publicaciones especializadas en Estados Unidos este asociación considera que el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, o NAFTA, “ha estado con nosotros desde 1994 y ha moldeado en gran medida la industria automotriz, las cadenas de suministro y las plantas de ensamblaje en México, Estados Unidos y Canadá.2
Jennifer Thomas, vicepresidenta de asuntos federales de la Alianza de Fabricantes de Automóviles, dijo en un comunicado: "Retirar NAFTA llevaría a una disminución en la producción de vehículos, una disminución en empleos y un aumento en lo que gastan nuestros clientes cuando compran un nuevo vehículo. Esto también tendría un impacto en nuestras capacidades para exportar vehículos a mercados extranjeros ".