Un grupo de más de 130 representantes de fabricantes de automóviles, minoristas y otros líderes empresariales literalmente atacaron el martes el Congreso de Estados Unidos para tratar de defender al Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) frente al presidente Donald Trump, quien temen paralizará dicho acuerdo, lo que dañaría sus ganancias e incluso afectar la competitividad de su país para competir en un mercado global.
Los cabilderos de varias industrias se reunieron con senadores el martes para aumentar la presión bajo la premisa de que muchos de sus votantes trabajan para empresas que dependen del TLCAN. Buscarían mantener el acuerdo intacto.
El futuro del acuerdo comercial cada vez se ve más comprometido, puesto que la administración de Trump ha puesto sobre la mesa cambios que tanto México como Canadá consideran inaceptables.
La posición de los Estados Unidos ha enfrentado a la Casa Blanca contra la comunidad empresarial, en una posición inusual para un presidente republicano que incluso aseguran los expertos “se hizo pasar por amigo de la comunidad empresarial”.
De acuerdo con varios medios en EU, las modificaciones ya delineadas por la administración de Trump para prácticamente “reescribir” el TLCAN han disparado las alarmas entre los fabricantes de automóviles, minoristas, compañías agrícolas y otros negocios, que aseguran se han lanzado "píldoras venenosas" que dañarían a las empresas y empleos estadounidenses.
De ahí que en los últimos días han realizados un esfuerzo cada vez mayor para convencer a los legisladores de que rechacen las posiciones de EU y preserven el acuerdo comercial con México y Canadá.
La sesión de cabildeo de un día fue organizada por la Cámara de Comercio de EU, la cual prometió enviar un "ejército" con los diputados.
Se trata de la segunda acción de este tipo tras el esfuerzo realizado con los senadores el 11 de octubre pasado.