Cabify quedó sin licencia para poder operar en el estado de Puebla, tras el asesinato de una joven que uso el servicio de taxi de esta empresa y fue asesinada, presuntamente por el conductor del auto rentado.
El secretario de Gobierno de Puebla, Diódoro Carrasco, dijo que la revocación del permiso obedece a irregularidades en el protocolo de seguridad de la empresa, como por ejemplo que Cabify haya contratado al presunto culpable del homicidio cuando ya había sido despedido de Uber por comportamiento indebido.
Además, esa persona tiene antecedentes penales por pertenecer a un grupo de personas que extraían combustible de forma ilegal, los autollamados huachicoleros en la zona de Puebla y Tlaxcala.
En respuesta a la decisión del gobierno de Puebla, Cabify manifestó su inconformidad argumentando que ha cumplido con todos los requisitos que establece el marco legal, apegándose a la regulación estatal aun y cuando las otras empresas que dan el mismo servicio no lo han hecho.
Incluso, Cabify cuestionó: ¿Revocarnos la licencia es la solución al problema de la inseguridad?
Y en línea con su argumentación, Cabify dijo que atenderá la medida impuesta por el gobierno de Puebla, a través de la vía legal y agregó que solo “podremos lograr un cambio bajo un liderazgo claro y un marco legal a todas las industrias a las que ha alcanzado la inseguridad en nuestro país”.
Cabify señaló que tiene en su poder la constancia de antecedentes no penales del conductor señalado como presunto responsable, Ricardo “N”, expedida por la Fiscalía General del Estado de Puebla (Instituto de Ciencias Forenses), el 10 de agosto de 2017.
Agregó que si Uber hubiera compartido con las autoridades la información sobre la desactivación del conductor implicado, “esta situación podría haberse evitado”.