En medio de su mejor nivel de ventas, el presidente ejecutivo de Samsung Electronics, Kwon Oh-Hyun, anunció su salida de la empresa surcoreana, efectiva a partir de marzo, para hacer frente a la "crisis sin precedentes" originada por el escándalo del heredero del imperio, encarcelado por delitos de corrupción.
"En un momento en que nos enfrentamos a una crisis sin precedentes, creo que ha llegado el momento de que la compañía inicie un nuevo comienzo, con un nuevo espíritu y un liderazgo joven para responder mejor a los desafíos intrínsecos a la cambiante industria tecnológica", dijo Kwon en un comunicado.
Un tribunal de Corea del Sur condenó a Jay Y. Lee, heredero de Samsung a cinco años de cárcel por corrupción y tráfico de influencias, en uno de los mayores escándalos que también ocasionó el juicio político y destitución de la presidenta de ese país, Park Geun-hye.
Según la justicia coreana, Lee pagó millones de dólares en sobornos al gobierno con el fin de ser autorizado para fusionar dos compañías bajo control del imperio empresarial de su familia y así consolidar su poder al frente de Samsung Electronics.
La empresa anunció que espera una facturación récord en el tercer trimestre aprovechando las crecientes ventas de semiconductores, y estimó beneficios operativos en el trimestre por 12 mil 800 millones de dólares, un máximo histórico que casi triplica la cifra del mismo periodo de hace un año, mientras que sus estimaciones de las ventas indican un aumento de 29.65% en comparación al mismo periodo del año pasado.
"Afortunadamente la empresa está teniendo sus mejores resultados de la historia, pero esto es sólo fruto de las decisiones y de las inversiones tomadas en el pasado", dijo Kwon.