El presidente de Estados Unidos, Donald Trump condicionó la construcción de los oleoductos Keystone XL y Dakota Access, pues para que el mandatario apruebe su desarrollo puso como requisito que todo el acero que se use en la tubería sea hecho en ese país.
El ducto Keystone XL sería elaborado por la empresa TransCanada, que también tiene varios proyectos que se desarrollarán en México como parte del Sistema Nacional de Gasoductos de la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
De acuerdo con los planos originales de la propuesta, la tubería transportaría el petróleo de esquisto de Alberta, en Canadá hasta Nebraska, aunque de acuerdo con el plan original, publicado en 2012, la mitad del acero provendría de Estados unidos, una cuarta parte sería canadiense y el resto se importaría de India e Italia.
"Si vamos a construir tuberías en los Estados Unidos, las tuberías deben fabricarse en Estados Unidos", comentó el mandatario estadounidense al firmar una orden ejecutiva para reiniciar las negociaciones en la Oficina Oval de la Casa Blanca.
Además, la puesta en marcha de la negociación para construir estos ductos es un revés a la administración de Barack Obama que mantuvo vetados estos proyectos, pues existen preocupaciones sobre el daño que podría causar el desarrollo de esta infraestructura al medio ambiente.
Sin embargo, la política de Trump en el sector energético se centra en impulsar el uso de energías fósiles, por lo que la industria petrolera tendrá más libertad para expandir la infraestructura y mejorar el transporte.