Facilitar la inversión en infraestructura del sector privado, fundamentalmente en carreteras, llevaría a un mayor crecimiento de México, pero ello implica la remoción de obstáculos en los tres niveles de gobierno en materia presupuestal.
De acuerdo con el último reporte del Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP), lo anterior sería una “excelente señal” para recuperar la certidumbre y la confianza para los inversionistas.
El centro indicó que si se quiere detonar el crecimiento y aliviar la pobreza en México se necesita dar estímulo a la inversión privada pero a través un ambiente de negocios apropiado en donde se incluyan mejoras la las políticas públicas además de un discurso oficial más propicio por parte del ejecutivo federal.
Adviertió que la administración federal en algún momento enfrentará serios dilemas derivados de una represión en las erogaciones que si bien ayuda a una mejora en la salud fiscal inhibe el crecimiento
Expresó que entre el sector privado existen grandes preocupaciones sobre la debilidad que en este momento presentan las fuentes de ingresos para el siguiente año debido al recorte del gasto público, mismo que pone en riesgo tanto la sostenibilidad como los objetivos del sector empresarial tanto nacional como extranjero.
Además indicó que el gobierno del país ha privilegia el gasto para destinarlo a sectores sociales en lugar de inversión física, a lo cual también se suma la inseguridad y la impunidad que se vive.
Hizo hincapié en que "ante ello que no sorprende que las expectativas de analistas sobre el crecimiento del Producto Interno Bruto de México (PIB) para este año y el siguiente, no sean alentadoras”.
Cabe señalar que recién analistas corrigieron sus pronósticos de crecimiento para este 2019 que lo ubicaron en promedio en 0.3%, por debajo de la expectativa de la encuesta de Banco de México (BANXICO) que anticipa un avance de sólo 0.43%.