Uno de los retos del nuevo gobierno será buscar mecanismos para revertir la tendencia reciente de una menor inversión pública en el país, a fin de no comprometer el potencial de crecimiento de la economía, señaló BBVA Research.
Para ello, señaló, sería conveniente considerar medidas para contener la expansión del gasto en participaciones a estados y municipios y estrategias para lograr la recuperación de la inversión pública.
Los recortes al gasto han tocado de manera importante los recursos que se destinan a la obra pública.
En el presupuesto de egresos para el 2018, se plantea un crecimiento en los recursos para participaciones a entidades federativas y municipios que aportaría 0.6 puntos porcentuales al incremento del gasto que se propone, mientras que, al gasto de capital, que incluye la inversión física del sector público, se aplicará una reducción equivalente a 0.4 puntos porcentuales.
Esto significa, que dicho gasto seguirá absorbiendo el esfuerzo de contención, al igual que las erogaciones destinadas a subsidios
“El nuevo gobierno deberá buscar mecanismos para revertir la tendencia reciente de la inversión pública”, sostuvo la institución al hacer un análisis sobre el Paquete Económico 2018 que presentó el Ejecutivo al Congreso el viernes pasado.
Hacia delante, será necesario buscar mecanismos para que los esfuerzos de reducción del gasto no provengan de la reducción consistente del gasto en inversión pública, a fin de mantener el equilibrio fiscal, pero contribuyendo al crecimiento de la actividad económica, señaló.
BBVA Research también recomendó contar con mecanismos más transparentes para asignar los ingresos excedentes (por encima de los presupuestados), a fin de que una mayor proporción se destine a mejorar los balances fiscales y no a financiar gastos por encima de lo presupuestado al inicio del año.
BBVA Bancomer destacó que la propuesta para el déficit fiscal es de 0.5% del PIB, y que la deuda como porcentaje del PIB continúe disminuyendo el próximo año para ubicarse en niveles de 47.3% del PIB, contra 50.1% al cierre de 2016 y un estimado de 48.0% para el cierre de este año.
“El presupuesto de 2018 no tiene sorpresas y el gobierno mantiene el compromiso con la consolidación fiscal y reducción de la deuda pública como porcentaje de PIB”, sostuvo.
Mencionó que al igual que en 2017, las principales presiones de gasto provienen del costo financiero de la deuda pública y el pago de pensiones y jubilaciones.