La política de aplicación de aranceles a varios países por parte del gobierno de Estados Unidos ya afecta de manera importante a las empresas de ese país, así como la incertidumbre que causa el alargamiento de las negociaciones para concretar un nuevo Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).
Así lo manifestó el CEO y presidente de la Cámara de Comercio de Estados Unidos (US Chamber of Commerce), Thomas J. Donohue quien realizó un análisis sobre las políticas comerciales del presidente Donald Trump.
También sostuvo que los recientes movimientos comerciales “están creando una gran incertidumbre en la comunidad empresarial y la incertidumbre es el enemigo de la inversión”.
Además advirtió que por ejemplo, los precios del acero en Estados Unidos han aumentado casi 40% desde enero, pero ahora con la imposición de aranceles a México, Canadá y Europa son 50% más altos que en el viejo continente.
El organismo empresarial estadounidense revela que el índice más reciente de construcción comercial da muestra de que los costos de los materiales son más altos y hoy ya representan una preocupación sustancial para el sector.
La US Chamber of Commerce, que es la organización empresarial más grande del mundo al representar a más de 3 millones de empresas, señaló que las relaciones comerciales de EU se vuelven cada vez más complicadas.
Señaló que el gobierno de Trump corre el riesgo de borrar, incluso, el avance económico que se logró con los recientes estímulos fiscales.
“Les hemos recordado que un arancel no es más que un impuesto y no lo paga el país exportador, sino que lo paga el pueblo estadounidense. Al mismo tiempo, hemos expresado nuestro apoyo a las negociaciones sólidas para abrir mercados extranjeros para los exportadores de EU y nivelar el campo de juego”, expresó.
El presidente de la US Chamber of Commerce alertó que si las acciones de proteccionismo continúan, los negocios en Estados Unidos van a perder, también se perderán empleos y por lo tanto ingresos para las familias.
Thomas J. Donohue indicó el organismo que preside calcula que se podrían perder 760 mil puestos de trabajo en distintos sectores.