Este martes, el canciller del Reino Unido, Boris Johnson, advirtió sobre la posibilidad de que su país no participe en el Mundial de Fútbol de Rusia 2018 de comprobarse que hubo injerencia rusa en el caso de un ex espía que se encuentra en estado grave de salud en Inglaterra.
Se trata de Serguei Skripal, quien de acuerdo con información de medios del Reino Unido, fue un antiguo coronel del espionaje militar ruso que fue condenado en 2006 a 13 años de prisión por haber colaborado con los servicios de espionaje británicos, y residía como refugiado en el país desde 2010 tras un intercambio de espías entre Rusia y Estados Unidos.
Las autoridades británicas investigan las causas que llevaron al hospital a Serguei Skripal, de 66 años, quien fue encontrado inconsciente el pasado domingo en un banco cercano a un área de juegos infantiles en la ciudad de Salisbury.
Johnson dijo que si se demuestra que el Kremlin está detrás de la enfermedad que inexplicablemente comenzó a padecer el ex espía, se responderá de manera 'apropiada y enérgica'; además, añadió que 'será muy difícil imaginar que la representación del Reino Unido en ese evento seguirá adelante de manera normal'.
Aunque no acusa a nadie directamente, Johnson señala que "ningún intento de cobrar vidas inocentes en territorio del Reino Unido quedará impune".
Por su parte, el vocero del Kremlin, Dimitri Peskov, dijo que las autoridades británicas no han pedido ayuda para las investigaciones, pero que Moscú siempre está dispuesto a cooperar.