El Instituto de Finanzas Internacionales (IIF) consideró que en México la curva de aprendizaje del nuevo gobierno ha sido muy prolongada respecto a la experiencia que se tuvo en pasadas administraciones.
Señaló que esto tiene su origen en la intención del gobierno de revisar los contratos, formas y procedimientos administrativos que sin duda han hecho más lentos los procesos de tomas de decisión.
Martín Castellano, director de Investigación para América Latina del IIF señaló que detrás del recorte de expectativas de crecimiento que aplicó el instituto para México de 1.2% a 0.4% para el 2019, se tomó en cuenta la lenta ejecución del gasto público y la incertidumbre de los inversionistas que ya venía afectada por la nueva política del sector energético y las políticas fiscal y monetaria contractivas.
Asimismo recalcó que “el Banco de México (BANXICO) ha iniciado con un ciclo de recortes de tasas, sin embargo se mantienen en posición restrictiva. En tanto la Secretaría de Hacienda mantiene austeridad autoimpuesta que también contribuye a desacelerar la actividad al impactar en el gasto de capital".
El analista señaló que para el 2020 la política fiscal seguirá apretada y aún cuando la estrategia monetaria puede ayudar, ésta no se observa como un determinante para que se genere una aceleración.
Indicó que a pesar de la baja de tasas la economía conseguirá una modesta recuperación de 1.2%, lejos de 1.7% que preveían.
Sostuvo por igual que "preocupa la sostenibilidad del plan de negocios de Petróleos Mexicanos (PEMEX), en particular, y del sector energético en general, pues se observa que no tienen una visión única y consideran que sí pueden poner en riesgo la estabilidad de las finanzas públicas".