Tras sufrir la derrota en la elección especial del Senado de Alabama, los republicanos aceleraron en el Congreso las negociaciones para llegar un acuerdo con respecto a la reforma fiscal propuesta por Donald Trump.
Tanto en la Cámara de Representantes como en el Senado convinieron en un principio cerrar las diferencias entre sus versiones con el objetivo de entregar un proyecto de ley ante de Navidad al propio Trump.
Se mantiene por supuesto el reducir drásticamente los impuestos a las empresas, pero en lugar de situar la tasa en el 20% original, la fijan en 21%. También mantiene la reducción de la tasa impositiva que actualmente paga el 37% de los estadounidenses más acaudalados.
No obstante el proyecto aún busca eliminar deducciones a nivel estatal y local y del interés hipotecario.
Además el acuerdo contemplaría el que los estadounidenses aún puedan deducir gastos médicos elevados y a los estudiantes de posgrado no tener que pagar impuestos por apoyos en el pago de sus colegiaturas.
También se deroga el requisito de la Ley de Cuidado de Salud Asequible que establece el que la mayoría de los estadounidenses deban tener seguro de salud o pagar una multa.
Asimismo avala la explotación de energía en el Refugio Nacional de Vida Silvestre del Ártico en Alaska.