Uno de los decretos difundidos ayer por el presidente Enrique Peña Nieto para estimular el crecimiento económico fue el relanzamiento del programa de Repatriación de Capitales para aquellas personas que viven en México y tienen recursos en el extranjero.
Este instrumento también estuvo vigente durante los primeros seis meses de 2016, aunque el año anterior no había descuentos a los impuestos que debían de pagar aquellos que trajeran de vuelta su dinero, por lo que la tasa de Impuesto Sobre la Renta (ISR) fue de 30% y 35%.
Además, no había la posibilidad de reingresar los recursos de forma anónima y sólo se otorgó la condonación de multas y recargos, por lo que entre enero y junio del año pasado sólo regresaron mil 617 millones de pesos.
En esta ocasión, la tasa de ISR se reducirá a 8%, además de la condonación de multas y recargos para quienes decidan tomar esta opción, aunque no quedó claro si se podría hacer de forma anónima.
La condición para acceder al estímulo fiscal es que el dinero se quede invertido en México durante dos años ya sea en la compra de terrenos o bien en activos fijos, es decir, maquinaria y equipo para una empresa.
La iniciativa forma parte de un paquete de medidas con el que el Gobierno busca disminuir los efectos del incremento en el precio de la gasolina aplicada a finales del año pasado, así como el impacto de la incertidumbre sobre las medidas que tomará el próximo presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
Otro sector beneficiado serán las Pequeñas y Medianas Empresas, pues podrán deducir el Impuesto Sobre la Renta (ISR) de forma inmediata de las inversiones que realicen en bienes de activo fijo, lo que podría representar maquinaria para una maquiladora o una estufa para un restaurante, aunque en este caso sólo se amplió la vigencia del programa hasta el final del sexenio.
Según el presidente de la República, la medida podría beneficiar a 4.2 millones de Pymes que tengan ingresos por menos de 100 millones de pesos anuales.
Coparmex apoya a medias
La Confederación Patronal de la República Mexicana (COPARMEX), organismo empresarial que se negó a firmar el Acuerdo para el Fortalecimiento Económico y la Protección de la Economía Familiar por considerar que fue “hecho al vapor” otorgó un respaldo a medias al anuncio de la presidencia, pues consideró que además de estos estímulos fiscales es necesario permitir la deducibilidad de 100% de las prestaciones laborales.
El organismo presidido por Gustavo de Hoyos Walter señaló que con este estímulo debe surgir para crear nuevas fuentes de empleo formal, bien remunerado y que no afecte las prestaciones sociales que benefician a los trabajadores.