Un nuevo atentado terrorista se registró hoy en el metro de Londres, en la estación Parsons Green, a las 8:21 de la mañana hora local, en donde al menos 22 personas resultaron heridas tras una explosión de un artefacto casero dentro de un vagón, que según la policía británica generó una “bola de fuego”.
Medios internacionales reportan que el artefacto encontrado funcionó con un mecanismo similar al de una olla de presión con químicos y que detonó parcialmente en un tramo que corre por la superficie de la ruta, lo que evitó que se suscitará una tragedia de mayores dimensiones como la que ocurrió en los subterráneos en 2005.
Las personas lesionadas fueron trasladadas al hospital para atender las quemaduras que presentan, pero ninguna reporta estado grave.
Las imágenes difundidas muestran una especie de cubeta blanca ardiendo dentro de una bolsa de plástico.
La policía informó que revisa los videos de la estación para identificar a sospechosos, pero persiste el temor de que haya más explosivos en la línea del tren (District Line), que se ubica cerca del barrio de Wimbledon.
En los primeros minutos, la Policía Metropolitana informó que se trataba de un “incidente”, pero posteriormente confirmó que la investigación se realiza como un acto terrorista.
La primera ministra británica, Theresa May convocó a una reunión para hoy en la tarde al comité de emergencias Cobra, encargado de supervisar la lucha antiterrorista, con el objetivo de analizar los hechos.
Este comité está formado por los principales ministros y se reúne cuando se produce algún atentado terrorista o un incidente grave.