- El robo de identidad es uno de los principales problemas en la era de la tecnología de la información, pues a los maleantes les basta tener acceso a cifras como la Clave Única de Registro de Población (CURP) o el Registro Federal de Contribuyente para falsear nuestra identidad y robar dinero.
Tan sólo en los primeros seis meses del año pasado, la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef) señaló que más de dos millones de fraudes en ese lapso podrían estar relacionados con el robo de identidad.
Ante este panorama, Obed Medina, gerente de Marketing de Prestadero, asegura que aunque existen mecanismos para reducir el riesgo de fraude aún muchas instituciones financieras tradicionales están pasos atrás para reducir este delito.
Sin embargo, recomendó a los usuarios seguir estas líneas de acción para disminuir la posibilidad de sufrir por estos delitos
- El usuario debe evitar tener estados de cuenta impresos, así como recibos telefónicos, de gas, bancarios o cualquier tipo de seguros, pues pueden ser robados de los buzones de las casas para obtener información importante como tus ingresos, RFC, CURP.
- El Buró de Crédito te avisa, pues cuando se utiliza por primera vez se generan alertas y el bloqueo para evitar que las empresas consulten tu historial sin que te des cuenta. “Esto te evitará dolores de cabeza si alguien pide un crédito con tus datos”, comentó el experto de Prestadero.
- El tercer paso es cuidar los datos personales. Es indispensable no compartir la información personal con cualquier persona, además, al compartir la información en sitios de Internet es necesario verificar que tengan certificados de seguridad.
- Variar las contraseñas, pues mucha gente utiliza la misma palabra clave para abrir sus cuentas de Facebook, correo electrónico y cuenta bancaria. “Si ese es el caso lo recomendable es cambiarla. Actualmente existen herramientas para la administración de contraseñas, muy convenientes si tienes una cuenta en decenas de sitios”, comentó el analista.
- Además de variar las contraseñas de las cuentas, es necesario tener un sistema de bloqueo en los dispositivos móviles, pues la contraseña reduce las posibilidades de que puedan acceder a información sensible en tu dispositivo. Si bien no es un remedio definitivo te permite una ventana de tiempo para borrarlo de forma remota y proteger tus datos.
- No descargues o abras links sospechosos. Son comunes supuestas notificaciones del SAT o de los bancos con links o archivos adjuntos. Una manera fácil de identificar si los links de los correos que recibes son confiables es simplemente pasando el cursor por el botón o vínculo y podrás ver en la barra inferior de tu explorador el dominio a donde te redirecciona. “Si el dominio es distinto al del SAT o tu banco; o está oculto tras una URL corta como bit.ly o goo.gl lo mejor es eliminar ese correo”.
- No compartir documentos públicamente. El uso de aplicaciones como Google Drive o Dropbox pueden contribuir a la fuga de información sensible. Si vas a compartir este tipo de información es recomendable que el receptor de estos archivos también tenga una cuenta en la plataforma.
- Finalmente la actualización del antivirus y evitar las operaciones bancarias o compras por Internet en equipos que pueden estar comprometidos, por ejemplo, PC públicas o que tu equipo se conecte a una red pública.